Un chivatazo lleva a la cárcel a ocho narcos de Barbate

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No siempre las investigaciones previas de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado son las que propician el desmantelamiento de los planes de las bandas de narcos que operan en la provincia de Cádiz. A veces, el hallazgo fortuito o el chivatazo desencadenan operaciones antidroga exitosas.

Así ocurrió en marzo de 2011 en Barbate. La Guardia Civil recibió el día 21 una llamada anónima que le alertaba de la entrada de una embarcación con hachís por la playa de El Botero. El alijo estaba previsto para la madrugada siguiente.

El informante avisó con suficiente antelación para que los agentes pudieran montar un dispositivo de vigilancia que acabó con la incautación de 1.200 kilos de hachís y el arresto de 16 personas; la mayoría con antecedentes penales, pero ningún nombre conocido del narcotráfico local.

Los agentes lo relataron durante el juicio celebrado hace unos meses. En el aire quedó no solo la identidad de la persona que avisó a la Benemérita; sino los motivos que le llevaron a hacerlo. Desde la venganza por haber sido apartado del negocio, pasando por el sabotaje de otros traficantes que no quieren competencia, hasta el chivatazo de ‘colaboradores’ podrían explicarlo.

Ocho de esos detenidos han sido condenados por la Audiencia Provincial a penas que oscilan desde los cuatro años y ocho meses a los seis años impuestos a uno de los organizadores de la entrada de droga y quien contactó con los proveedores del hachís en Marruecos junto a otros de los acusados.

Si bien a este procesado, de nombre José Luis R. G., el tribunal le impone la pena más severa por su condición de reincidente con numerosos antecedentes penales por delitos contra la salud pública, contra la seguridad del tráfico o robo.

Un fugado a Portugal

La pena inferior en años (cuatro años y ocho meses) ha sido fijada para una de las personas claves de la operación, según consta en la sentencia dictada por la Sección Cuarta. Miguel L. L. alquiló junto a otro integrante del grupo, un bar que hay entre Barbate y Zahara de los Atunes, próximo al punto de desembarco del alijo que iba a servir de ?guardería? de la droga.

Miguel L. L. logró escapar en un primer momento y huir a Portugal. Posteriormente regresó y se entregó a la Guardia Civil. Confesó cómo se había preparado el alijo, pero los magistrados subrayan que intentó restarle importancia a su papel en la operación.

De los 16 detenidos, trece fueron finalmente procesados. Cinco acusados han sido absueltos al no probarse que participaran en el alijo. Fueron detenidos en el interior de un coche del que se sospechó que había participado como lanzadera del cargamento. Sin embargo, los agentes no pudieron identificar con claridad que se trataba del mismo vehículo que habían visto salir de la playa.

Fuente: http://www.lavozdigital.es/cadiz-provincia/201412/02/condena-alijo-botero-2011-20141202121832-pr.html

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