Guias caninos

UNIDADES CANINAS

Policías educadores y guías exclusivos en la actuación de perros adiestrados para la localización de personas, droga y explosivos.


ORIGEN

El 1 de enero de 1.945 se crea la Sección de Guías Caninos, con ubicación en Madrid. En un primer momento cuenta con 8 perros de raza Pastor Alemán. Su finalidad es luchar contra la delincuencia existente en la época.

Durante 1.945 y 1.946 no existió una organización definida en la Sección, puesto que el número de perros no era constante, se incremento paulatinamente hasta conseguir un total de 45 animales, comenzándose el adiestramiento de los mismos en obediencia, defensa, ataque y rastreo, bajo la dirección de un capitán, Jefe de la Sección, auxiliado por un Brigada del servicio de adiestramiento canino del Ejército alemán.

En 1.947, se crea la Escuela de Adiestramiento Canino de la Policía, con un capitán, un teniente, un sargento, siete cabos y varios policías, en proporción al número de perros.

Las misiones de ésta son la formación de los Guías Caninos, y el cuidado, preparación y adiestramiento de los perros en las mencionadas especialidades, para la realización de servicios de custodia de polvorines, persecución de huidos, y reproducción y cría de perros. En un principio se contó con perros de la raza Pastor alemán, incorporándose posteriormente otras razas: Airedale terrier, Doberman Pinscher y Boxer.

Durante los años 1.945, 1.946, 1.947, y 1.949, perros de esta Escuela fueron agregados a las Comandancias de la Guardia Civil de Granada, Avila, Orense, Lugo, La Coruña y Oviedo,obteniendo un gra resultado, por lo que en el año 1.950 la Guardia Civil crea su propia Escuela de Adiestramiento, formándose sus monitores en la nuestra. Por ello podemos sentirnos orgullosos de ser el primer Cuerpo policial español que ha tenido estos animales en servicio y ha sido nuestra Escuela la que ha formado a los demás. (Podemos citar que tanto la Policía Autónoma Vasca como los Mozos de Escuadra (Policía Autonómica de Cataluña) formó a los primeros integrantes de sus Unidades Caninas en nuestra Escuela, en el año 1.991) (con la experiencia adquirida en la Escuela de la Policía Armada y de Tráfico.)

Con el devenir del tiempo, la especialidad se va acoplando a las nuevas necesidades operativas, incrementándose las tareas, en función del cambio en la delincuencia, las modernas formas de criminalidad y en los actuales requerimientos sociales. El 1 de enero de 1.945 se crea la Sección de Guías Caninos, con ubicación en Madrid. En un primer momento cuenta con 8 perros de raza Pastor Alemán. Su finalidad es luchar contra la delincuencia existente en la época.

Durante 1.945 y 1.946 no existió una organización definida en la Sección, puesto que el número de perros no era constante, se incremento paulatinamente hasta conseguir un total de 45 animales, comenzándose el adiestramiento de los mismos en obediencia, defensa, ataque y rastreo, bajo la dirección de un capitán, Jefe de la Sección, auxiliado por un Brigada del servicio de adiestramiento canino del Ejército alemán.

En 1.947, se crea la Escuela de Adiestramiento Canino de la Policía, con un capitán, un teniente, un sargento, siete cabos y varios policías, en proporción al número de perros.

Las misiones de ésta son la formación de los Guías Caninos, y el cuidado, preparación y adiestramiento de los perros en las mencionadas especialidades, para la realización de servicios de custodia de polvorines, persecución de huidos, y reproducción y cría de perros. En un principio se contó con perros de la raza Pastor alemán, incorporándose posteriormente otras razas: Airedale terrier, Doberman Pinscher y Boxer.

Durante los años 1.945, 1.946, 1.947, y 1.949, perros de esta Escuela fueron agregados a las Comandancias de la Guardia Civil de Granada, Avila, Orense, Lugo, La Coruña y Oviedo,obteniendo un gra resultado, por lo que en el año 1.950 la Guardia Civil crea su propia Escuela de Adiestramiento, con la experiencia adquirida en la Escuela de la Policía Armada y de Tráfico.

Así, en enero de 1.973, un sargento americano de la Base de Torrejón de Ardoz, donó a la Policía Española un perro de su propiedad de la raza Pastor alemán, adiestrado en la detección de drogas, siendo asignado un guía para que realizara el curso en dicha especialidad, impartido por militares americanos en la propia Base. En 1.975 se realizan los primeros servicios de esta especialidad, dado que el tráfico y consumo de sustancias estupefacientes, principalmente hachís, empieza a ser un problema preocupante en nuestro país.

A raíz de los atentados terroristas con explosivos perpetrados a principios de los años 70, se vio la necesidad de adiestrar perros en la detección de este tipo de sustancias, comenzando la operatividad en este campo en 1.976 con un pequeño contingente de funcionarios y perros. A medida que los grupos terroristas aumentaron su actividad, se fue incrementando paulatinamente el número de éstos.

En 1.994 a pesar de tener operativos perros de rastreo se comienzan a adiestrar perros en la especialidad de rescate de personas en escombros y grandes superficies, con técnicas diferentes a las que se estaban utilizando hasta ese momento.

En el año 2003, en colaboración con la Comisaría General de Policía Científica, se inicia el adiestramiento de perros en detección de sustancias acelerantes del fuego (perros DAF), que coadyuvan en las labores de investigación de incendios.

La efectividad de la especialidad de Guías, demostrada en innumerables servicios, hace que la misma se vaya expandiendo por todo el territorio nacional creándose las siguientes Unidades:

• Año 1.989: Barcelona y Sevilla

• Año 1.990: Bilbao, La Coruña, Las Palmas, Málaga, Valencia

• Año 1.993: Oviedo y Zaragoza.

• Año 1.996: Algeciras, La Línea de la Concepción y Madrid (Jefatura Superior).

Además tienen unidades en diferentes ciudades:

Santander

Badajoz

Malaga

Palma de Mallorca

Cadiz

Pamplona

Valladolid

UNIDADES CENTRALES

La Sección de Guías Caninos de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, cuenta con perros adiestrados en las especialidades de:

Detección de drogas.

Detección de Explosivos.

Defensa y acompañamiento.

Rescate (búsqueda y localización de personas en superficie o en escombros).

Localización de explosivos: Servicios de carácter preventivo y amenazas de bomba, reales o simuladas.

Su ámbito de actuación es en todo el territorio nacional.

UNIDADES PERIFÉRICAS

Las Unidades Periféricas cuentan solamente con perros adiestrados en la detección de drogas o explosivos, si bien, las de mayor entidad poseen perros de acompañamiento para realizar servicios en los campos de fútbol, o en grandes concentraciones de masas.

Su ámbito de actuación preferente se circunscribe a la demarcación de la Jefatura Superior correspondiente.

Las Unidades Periféricas pueden tener entidad de Grupo Operativo, al mando de un Inspector, o Subgrupo Operativo, al mando de un Subinspector, atendiendo al número de funcionarios que las componen.

Todos los funcionarios adscritos a Guías Caninos, son responsables de dos perros. Los Guías de Sección Central, especializan a uno de sus canes en la detección de explosivos y el otro en cualquiera de las áreas de trabajo de la Sección (drogas, defensa o rescate), mientras que en las Unidades Periféricas se especializan en explosivos y drogas.

Las misiones que se desempeñan son las siguientes: Detección de drogas: Colaboración y apoyo con los Grupo de estupefacientes de toda España. Estos perros se emplean de forma preventiva en estaciones de tren y de autobús, barcos, centros docentes, o puntos considerados «calientes». Defensa y acompañamiento: Disuasión de alteradores del orden en encuentros de fútbol u otros acontecimientos de masas considerados conflictivos o de alto riesgo. Localización de personas sepultadas bajo escombros por catástrofes naturales o provocadas. Localización de personas en grandes superficies. Detección de acelerantes del fuego: Última especialidad creada en la Sección de Guías Caninos que colabora con los especialistas de Policía Científica en las investigaciones sobre incendios.

CURSO DE ESPECIALIZACIÓN EN GUÍA CANINO

Este Curso está dirigido a los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía que quieren ingresar en la Especialidad de Guías Caninos. Tienen una duración de 20 semanas, en las que los alumnos adquieren los conocimientos teóricos y prácticos tendentes a la adquisición de las capacidades necesarias para ser Guía Canino.

El Curso se divide en dos ciclos lectivos:

Ciclo Selectivo, de 6 semanas de duración en el que se podrá causar baja del curso por inadecuación al perfil del puesto de trabajo al que se aspira. En lo que a la especialización se refiere, el ciclo se caracteriza, fundamentalmente, por la adquisición de conocimientos cinológicos que permitan la adaptación guía-perro y el adiestramiento de éste en técnicas de obediencia básica.

Ciclo de Capacitación, orientado fundamentalmente a la adquisición de conocimientos necesarios para el adiestramiento del perro en técnicas de detección de drogas o localización de explosivos. Tiene una duración de 14 semanas.

A los alumnos que realizan este Curso se les dota de un perro, que saldrá especializado en el área de drogas o explosivos, con el que se incorporará al servicio operativo a la finalización del mismo.

Para poder participar en el curso, los requisitos que se exigen son los siguientes:

– Ser funcionario de carrera del Cuerpo Nacional de Policía de las Escalas Básica o de Subinspección, con más de un año de antigüedad en el Cuerpo.

– Superación de unas pruebas de Cultura física.

– Realización de pruebas psicotécnicas orientadas a la evaluar las aptitudes y rasgos de personalidad de los candidatos, teniendo como referencia las características del puesto de trabajo al que se aspira.

Entrevista personal, con el fin de contrastar los datos obtenidos durante el proceso y poder determinar la idoneidad o no del candidato para las funciones propias del puesto.

– Pruebas Técnico-profesionales sobre conocimientos cinológicos, veterinarios de operativa policial de Guías Caninos.

CURSOS DE ACTUALIZACIÓN CINOLÓGICA

Dirigidos a funcionarios que pertenecen a la Especialidad de Guías Caninos y a aquellos otros funcionarios con los que esta especialidad está íntimamente relacionados, como son los que trabajan en el área de los estupefacientes, explosivos y la seguridad ciudadana.

Son cursos planificados y diseñados para una puesta al día de los Guías Caninos en drogas, explosivos y nuevos métodos de adiestramiento y un mayor conocimiento de la operatividad policial de las Unidades de Guías por parte de los otros funcionarios policiales.

La duración de estos cursos es de 1 semana (cinco días lectivos).

CURSOS ESPECÍFICOS PARA GUÍAS CANINOS

Son cursos exclusivamente diseñados para Guías Caninos.

La planificación de estos cursos está abierta a las necesidades de formación de las Unidades y hasta la fecha han tratado de temas tan diversos como los siguientes:

– Curso de Figurantes en Defensa civil-policial.

– Curso para Equipos Caninos de Rescate y Salvamento.

– Curso informativo de drogas.

– Curso informativo de explosivos.

– Curso de Obediencia Avanzada etc.

La duración de estos Cursos es de 1 a 2 semanas, dependiendo de la materia que trate.

REXO, EL PERRO POLICÍA

Rexo se lo toma como un juego, pero poco hay de lúdico en la misión que desempeña. Si finalmente se sienta, recibe una pelota de goma, pero ese inocente juguete no es más que la recompensa por haber olido con su olfato el explosivo que le esconde José Luis, el policía que se encarga de dirigir el Grupo de Guías Caninos del Cuerpo Nacional de Policía que tiene su sede junto a la comisaría transfronteriza de Badajoz.

Este nuevo servicio policial comenzó a funcionar a principios del 2005 y desde entonces ha protagonizado cientos de actuaciones en Badajoz, Mérida, Almendralejo, Don Benito, Villanueva de la Serena, Cáceres y Plasencia, las localidades donde está presente este cuerpo policial.

La sección está dirigida por José Luis, un policía nacido en Llerena que comparte con tres compañeros el adiestramiento de ocho perros (siete pastores alemanes y un pointer) especializados en la búsqueda de explosivos o drogas.

Los animales llegaron a Badajoz en enero del 2005 y en los 15 meses que han transcurrido desde entonces se aprecia una sensible mejora en su olfato. ‘Aunque ya venían adiestrados, cada día que pasa se van viendo avances’.

José Luis asegura que el mejor momento de los perros suele coincidir con los 3 años de edad, puesto que siguen siendo jóvenes y ya comienzan a tener un importante grado de veteranía. ‘El perro más joven con el que trabajamos tiene un año, y el mayor ronda los ocho’.

Educar el olfato de uno de los canes suele llevar entre un año y año y medio, un período de formación en el que suele ser sometido a entrenamientos diarios, preparación que compaginan con actuaciones reales en la calle. ‘Ahora mismo estamos en el nivel 2 de alerta antiterrorista, así que realizamos salidas diarias a los lugares de especial protección existentes en nuestro ámbito de trabajo y velamos por la seguridad en los lugares a los que se desplazan las autoridades’.

Los guías caninos que trabajan en Badajoz saben que Extremadura no es un lugar especialmente problemático en materia antiterrorista, pero ponen el mismo celo que si trabajaran en cualquier otra región de España.

Ese mismo empeño marca las operaciones que desarrollan contra el tráfico de estupefacientes, una tarea en la que son de mucha utilidad. ‘Al principio no había costumbre de utilizar los perros en la búsqueda de droga, así que nos llamaban poco, pero ahora no hay una intervención importante en la que no estemos presentes’, relata José Luis.

Uno de sus compañeros de trabajo, Juan Miguel, deja claro que los traficantes ya tienen conciencia de que ‘cuando van los perros de la Policía es que la operación va en serio’.

Pero los guías caninos no sólo buscan droga en los domicilios donde se vende o se almacena esta sustancia, sino que trabajan también en las inmediaciones de centros educativos y en la zona de botellón, lugares a los que se desplazan periódicamente para prevenir el tráfico minorista.

esos lugares los perros usan sus olfatos para encontrar la sustancia prohibida, pero realmente no es la droga lo que esperan encontrar, sino la pelota con que son premiados cuando tienen éxito. ‘Es lógico que hayamos escuchado cientos de veces eso que se cuenta de que los perros se entrenan dándoles droga, pero la realidad es muy distinta. Lo que ellos buscan es la pelota que nosotros les ofrecemos cuando consiguen su objetivo: ése es el premio’.

En estos casos el animal comienza a ladrar con fuerza, muerde el objeto en el que piensa que se esconde la pelota y lo araña sin parar, una reacción muy distinta a la que se exige a los perros de explosivos. ‘En esta segunda actividad el animal está preparado para sentarse, no serviría de nada que tocase el explosivo, porque eso lo haría saltar por los aires’.

José Luis aclara que el sistema de adiestramiento se basa en el condicionamiento clásico, una técnica que trabajan con paciencia todos los componentes del grupo. ‘Cada día los familiarizamos tanto con la búsqueda de explosivos o droga como en la obediencia, porque el perro tiene que obedecer por encima de todo lo demás’.

A la consecución de esos resultados contribuye la entrega de los guías, que en ocasiones incluso se hacen acompañar por los animales con los que trabajan cuando van de vacaciones. ‘La verdad es que nuestras familias están deseando que nos llevemos el perro, ellos también lo sienten como algo propio’.

Esa colaboración familiar no impide que en determinados momentos los guías caninos tengan que callar en casa algunas de las experiencias vividas durante el día. ‘Muchas veces no cuentas las cosas a la familia para que no se preocupe, o las cuentas por encima para quitarle hierro’, reconoce Juan Miguel, natural de Badajoz.

José Luis va más allá cuando indica que hay jornadas de trabajo en las que ‘sólo te das cuenta del peligro que has corrido cuando llegas a casa’. ‘Es como cuando intervenías en una tangana enorme: mientras estabas actuando no te lo planteabas, pero al llegar a casa empezabas a pensar en el riesgo que habías tenido’.

De momento el Grupo de Guías Caninos del Cuerpo Nacional de Policía es uno de los más jóvenes de España, pero algunos de sus componentes ya han participado en operaciones importantes. ‘El peor día que he pasado en este trabajo fue el 11-M en Atocha. Aquello fue horrible’, confiesa Juan Miguel, que trabaja cada día para evitar episodios como ése.